El milagro de este martes Santo
lo sabe todo el mundo en Sevilla
cuando ven asomado tu palio
y desde la mayor hasta la chiquilla
se estremecen cuando vas llegando,
y tus hijos ordenados en cofradía
a que llegues están esperando
para poder rezarte, María
cobijándose bajo tu manto
y ver esa mirada tan fina
que siempre les está amparando.