Fue un seis de diciembre
cuándo esta vez el corazón
te dijo a tí, venga de frente.
Te has ido ya con Ella
de tanto tocar el cielo
ya puedes estar a su vera.
Repartiendo esperanza
cómo cada madrugada
cuando su paso levantabas.
Y las campanas de Santa Ana suenan
porque ya su mudo se encuentra
rezando siempre con ellas.